¿Quién no ha escrito alguna vez,
una carta a los Reyes Magos?
Buscando en mi baúl de las nostalgias, encontré unas fotos que
me llevaron a la época del "Año del Caño" (unos cuarenta años atrás)
y puedo decir a boca llena que, una vez fui Rey Mago por un día.
Y para muestra … un botón.
Si ya sé lo que me vas a decir, mal vestido, cutre y mal hecho, pero
al fin y al cabo, fui el Rey Baltasar por un día, y me harté a besos.
El vestuario consistía en lo siguiente:
El Tocado era un trozo de tela robada a un antiguo disfraz.
Una pluma cutre y despeluzada cogida de algún cajón olvidado.
Una diadema de algodón para aguantar la tela y la pluma al totizo.
El Traje era un trozo arrugado de retal de saldo, de los que vendía El Kilo.
La Capa era una colcha robada de la cama de mamá, que seguro que aún la está buscando, y para agarrar la capa un imperdible de pañal de bebé.
Los Guantes negros creo que eran de algún traje de boda, también tomados prestados.
Las alhajas eran trozos de un cinto metálico roto, de los que vendían los indios, que yo me ajeité y daban el pego como anillo.
El maquillaje de la marca Max Factor Lasting Performance o lo que es lo mismo,
un corcho ahumado manualmente, mejor dicho quemado que picaba un porrón.
Pero aún así puedo decir que me sentí … ¡rey por un día!.
Esto fue un año en la Masa Coral que no tenían a nadie para hacer de reyes
magos y tres amigos nos embarcamos en esta empresa. Desgraciadamente dos ya
no está entre nosotros, solo quedo yo. Pero tengo que decir que, aunque cutres
y algo destartalados, fue un momento muy emotivo y que quedará para mi recuerdo.
Otro momento entrañable donde le entregábamos un regalo a mi hermano Miguel.
Fue todo un placer ver la cara de los niños que venían a recibir con ilusión su regalo.
Ahora volveré a rememorar aquellos momentos cuando llegué el esperado
día 6 de enero y pueda disfrutar viendo la cara de mi nieto.
🎅🎄🎈