Siempre he oído decir que las caminatas y excursiones mejor en la zona norte porque el sur es muy aburrido y monótono, desde que pasas los túneles de Güimar hasta que no llegas a Los Cristianos. Pues siento decirles que no estoy de acuerdo, eso depende de lo que vayas buscando. En toda la franja de Agache y más allá, sus paisajes pueden sorprenderte si le pones un poco de atención, y como muestra la ruta de hoy, Punta Prieta - Los Roques.
Este de hoy es un paseo que comienza donde lo dejamos la otra vez en La Caleta
y que va por el litoral de Agache dirigiéndonos en dirección sur desde Punta Prieta
hasta llegar a los Roques en la costa de Fasnia.
Echando la vista atrás nos sorprende medio escondido el núcleo de La Caleta.
Nuestra ruta de hoy comienza aquí en Punta Prieta.
Entramos en Punta Prieta que parece que aún duerme,
en la zona de La Punta del Jurado.
Comenzando un recorrido en dirección sur por las calles del barrio.
En La Puntilla hay una pequeña ermita dedicada a la Virgen del Carmen.
La Virgen del Carmen
La piscina pública de Punta Prieta ahora vacía.
Preciosa vista del litoral hacia el sur señalando nuestra ruta de hoy.
Playita en la Puntilla de Las Salinas.
Salimos de Punta Prieta pasando junto a un beach club
¡Ños!,chacho... ¡que internacional tú!.
¡Niñas al salón!
Y entramos en Santa Lucía, un lugar que verdaderamente me sorprendió.
Seguimos nuestro paseo por las primeras casas del núcleo urbano.
Admirando siempre la costa, donde en cualquier punto te puedes encontrar
con un charco o una piscina natural.
Y en cualquier punto te puedes encontrar gente pescando.
Cuando llegamos junto a este pescante,
la imagen que se nos presentó nos sorprendió.
Arriba las antenas de televisión y debajo el barrio de Santa Lucía metido en una cueva.
Casas en el interior de la cueva.
El barrio se encuentra frente a una playa de callaos.
Continuamos nuestra ruta y nos sale al paso la ermita de Santa Lucía.
Pequeñita pero muy coqueta con su patrona presidiendo el altar.
A la salida del núcleo en lo alto de un promontorio se disfruta de esta mágnifica vista.
La verdad es que no me lo esperaba y me sorprendió gratamente.
¿Quien dijo que el sur es aburrido?
Dejamos Santa Lucía y en pocos pasos tenemos a la vista
las casas de la zona de Balandra, en La Punta.
Si te asomas por uno de los riscos descubres playitas solitarias como ésta,
con viviendas metidas en la roca.
Muchas veces por lo abrupto del terreno,
el sendero te lleva pegado a la autopista, pero sin entrar en ella.
La solitaria playa desde otro punto de vista.
Las casas de la zona de La Balandra.
El camino nos lleva hasta esta pista otra vez junto a la autopista.
Pero enseguida la abandonamos para meternos
por un bonito camino litoral repleto de tabaibas y aulagas.
Disfrutando de las bellezas que se forman en este pequeño malpaís en la costa.
Curiosa forma de la escultura de lava en la zona.
Salimos de nuevo a pista y a la vista el núcleo costero de La Puente.
Cueva natural junto al camino.
Y podemos ver en los riscos como disfrutan de la pesca un padre y su hijo.
Preciosas y atormentadas formaciones de lavas, donde se descubren
calas y charcos a cada paso que damos.
\En seguida llegamos al Barrio de La Puente
Otro lugar que me sorprendió bastante porque alguien se ha dedicado ha reciclar
formando jardines muy bonitos, con cosas que ya no se usan...
y para muestra las siguientes imágenes.
Formando simpáticos entornos.
Continuamos nuestra ruta por las casas del barrio.
Nos salimos de la ruta para entrar en esta placita multiuso.
Donde hay una capillita dedicada al "Corazón de Jesús".
En seguida llegamos a la Playita de La Puente.
Un rinconcito verdaderamente exquisito.
Porque con maderas y neumáticos viejos se ha hecho
un espacio para el ocio y el descanso con mucho encanto.
Y nada más y nada menos que con la relajante melodía del sonido
de las olas al batir contra las rocas.
Simplemente con neumáticos viejos, maderas y un poco pintura.
¿Aún sigues pensando que esta zona es muy aburrida?
Vista de la playita de La Puente desde un promontorio a la salida del núcleo.
Tranquilidad absoluta y si no, pregúntale a este estresado gato.
A la vista el núcleo costero de Chimaje.
Otro lugar bellísimo con su playa de callados.
Vamos a descubrir sus secretos rincones.
Un lugar de reunión vecinal en una placita.
Se presumen buenos tenderetes en este lugar.
Entre los callejones aparece esta hornacina dedicada a un santo.
Sorprendente rincón con las casas pegadas al mar.
Nos marchamos del bonito entorno para continuar con nuestra ruta.
Entre núcleo y núcleo siempre te encuentras con una playa o un charco.
A la vista El Tablado y otra playita de callaos.
Atrás queda Chimaje, que me dejó un agradable recuerdo.
El camino nos lleva a ir pegados de nuevo a la autopista.
En este caso, una imagen vale más que mil palabras.
Nos metemos por una de sus calles en dirección al mar.
Para ir paseando por la Avenida del Litoral de Agache.
A la vista una preciosa piscina natural nacida entre la lava.
Por uno de sus callejones nos sorprende esta vista.
La placita de El Tablado con casas antiguas en contraposición con una iglesia modernista.
En reposo.
Fantástico rinconcito de baño para el barrio.
Muellito embarcadero en la Punta del Porís en El Tablado,
un precioso y tranquilo rincón frente al mar.
Y nos sigue sorprendiendo este mar del sur tan tranquilo en esta época.
Pequeña cala tranquila y desierta.
Seguimos la veredita que nos lleva a...
Deambular unos metros junto a la autopista.
Pero enseguida volvemos a nuestro sendero.
Atrás queda el barrio marinero de El Tablado.
Entre el malpaís de la costa.
Otra gran sorpresa, una gran cueva emerge del malpaís.
Preciosos pequeños acantilados y abruptas costas.
El Camino pasa junto a este acueducto (no pienses en Segovia, no tiene nada que ver).
La Playa de Topuerque reposa junto a los acantilados.
Otra vez junto a la autopista, pero por poco tiempo.
Frente a nosotros la playita de la Laja Amarilla.
El agua en todo este recorrido es limpia y transparente, dan ganas de echarse un bañito.
Otra vista de la hermosa playita de callados.
Continuamos nuestra ruta por este sendero litoral.
Sin dejar de echar la vista atrás y mantener en la retina
los bellos lugares por donde hemos pasado.
Caminando por esta agreste zona podemos divisar en la lejanía El Porís de Abona.
A la vista las primeras casas de Los Roques, nuestro destino final de hoy.
El agua de mar penetra en este pequeño barranquillo,
que hasta tiene su minúscula playita de arena.
Refrescante momento.
Una pequeña zona de baño en una playita de callados
en La Punta del del Abrigo.
Donde también nos aparece la fantástica playa de El Abrigo,
ya en el núcleo costero de Los Roques.
Otra bonita e impresionante vista de la Playa del Abrigo.
Vista de la Punta del Abrigo.
Preciosa playa de arena negra.
Zona deteriorada junto al roque de los apartamentos Bahía.
Formación rocosa junto a la playa.
Ahora nos dirigimos al núcleo costero propiamente dicho.
Junto al roque podemos apreciar la ermita y las casas en ruinas.
Detalles y añoranzas.
Cuadro del lugar en la fachada de una casa.
Continuamos hacia el mar pasando entre medios de las casas por los estrechos pasillos.
Para llegar al final del paseo en el órgano del acantilado marino.
Vista de la zona antigua de Los Roques ahora en ruinas.
Nos vamos de Los Roques diciendo, nunca un adiós... sino un hasta pronto.
Y nos dirigimos hacia la autopista.
Donde cojemos la línea 211 de Titsa que nos llevará de Los Roques hasta La Caleta.
Una vez en La Caleta, tenemos que caminar un poco para llegar a Punta Prieta
donde habíamos dejado el coche esta mañana.
Por el camino vemos que cualquier sitio es bueno para plantar una sombrilla.
¿Aún sigues pensando que el sur es aburrido?
Y con esto y un bizcocho... nos despedimos.
Hasta la próxima.
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