Después de una visita nocturna a Costa Teguise nada más llegar, nos fuimos a
recordar viejos tiempos paseando por Arrecife, la capital conejera
Preciosa Playa del Reducto en la capital conejera
Paseo mañanero con aroma a salitre junto al Paseo Marítimo en el litoral conejero
Parque Islas Canarias mirando al mar junto al litoral conejero
El mítico Arrecife Gran Hotel
Agradable paseo por la rivera donde se encuentra el Parque José Ramírez Cerda
Vista del Castillo San Miguel
"El kiosko de la música"
Una replica exacta al que hubo en los años 50, en él los vecinos se reunían para pasar
momentos agradables con la orquesta municipal que amenizaba los bailes y paseos.
Continúa nuestro paseo litoral para llegarnos a otro punto emblemático conejero
"El Puente de las Bolas"
Construido en el siglo XVI es un puente que une el Castillo de San Gabriel con tierra firme
Paseo empedrado de la Punta de la Lagarta que te lleva hasta el Castillo de San Gabriel
"Castillo de San Gabriel"
Este se erigió en el año 1572 y años después se quemó por una invasión morisca,
en su interior se encuentra el Museo de Historia de Arrecife, el lugar es
un buen mirador para observar una bonita panorámica de la capital y el entorno.
Sus dos grandes cañones son hoy un símbolo en su entrada.
Novelero
Preciosa vista panorámica de Arrecife desde el Castillo San Gabriel
Desde la avenida y al fondo de la calle Manuel Miranda se asoma,
para saludarnos la Iglesia Matriz de San Ginés Obispo
Por la avenida de Olof Palme llegamos a la entrada del Charco San Ginés
Entrante de agua de mar que alimenta el Charco
En pleno corazón de Arrecife, llamada en el pasado la Venecia del Atlántico, se encuentra
el Charco de San Ginés, un entrante de agua de mar a cuyo alrededor surgió
la historia y el primer núcleo de pescadores de la isla.
Preciosa panorámica del Charco San Ginés con las barcas de pescadores fondeando en él.
En torno al mismo hay una variada oferta de bares y restaurantes y muy buen ambiente.
El mar entra en este barrio formando una pequeña laguna, creando una estampa
de barcos pesqueros con un fondo de casitas de fachadas blancas que rodean el charco
donde en sus muros se reúnen los vecinos que charlan o pasean por sus inmediaciones.
Típicas casas de la arquitectura conejera con sus fachadas blancas
y sus puertas y ventanas de color azúl.
Pasear en torno al charco es una de las cosas que, sí o sí, hay que hacer si se visita Arrecife.
El Charco de San Ginés desde el lado norte del mismo
Escultura de homenaje a la Parranda Los Buches en la ribera del Charco.
“Los Buches son mar, batea y Cuatro Esquinas”, historia viva de Arrecife.
Escultura compuesta por dos figuras vestidas con el traje tradicional de la parranda Los Buches
y portando la tradicional vejiga o buche de pescado hinchado, una tradición de varios siglos atrá.
“Todos ocultan la cara cuidadosamente; los ricos debajo de una careta de crin,
para que les dure tres días sin que el sudor la haga papilla,
los más pobres debajo de una capa de yeso o de hollín”
Abandonamos el Charco de San Ginés para llegarnos a la Iglesia Matriz de San Ginés Obispo
Un comerciante de origen francés llamado Francisco García Santaella,
fundó en este punto una ermita bajo la advocación del obispo galo San Ginés.
Vista de la Plaza de Las Palmas o antigua Plaza del Mercado
junto a la iglesia y la recova municipal
Abandonamos la plaza del mercado para adentrarnos en el casco antiguo conejero,
en el corazón del barrio de La Puntilla, antiguo barrio humilde de pescadores.
En el casco viejo de Arrecife se encuentra la Calle Real o calle León y Castillo.
La Calle Real es la columna vertebral del comercio en la capital conejera.
En la Calle Real se encuentra una estatua homenaje al "Pollo de Arrecife"
Y termina nuestro paseo por Arrecife, pero antes de seguir camino a Órzola
vamos a disfrutar de un buen desayuno en la Churrería San Francisco.
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