¿A que huele en los meses de enero y febrero?
A la flor del almendro pues comienza la floración de los mismos,
y no hace falta ir hasta Santiago del Teide para disfrutar de este espectáculo.
Hoy visitaremos los almendros que se encuentran en los alrededores
del núcleo de Las Barreras, en La Esperanza.
La ruta comienza en la carretera TF-274, en el barrio de Las Barreras,
frente a la ermita de Ntra. Sra. de Candelaria.
Caminaremos junto al límite del monte de Las Raíces, pero sin entrar en él.
Frente a la ermita se encuentra la calle El Pinar, y por ella nos metemos.
Pero al rato la abandonamos en una curva, por una vereda junto a una casa.
Donde empezamos a ver los primeros almendros de la zona,
pero la pena es que aun no han comenzado su floración.
La vereda desemboca en el camino Jose Díaz y Diaz,
y en suave ascenso continuamos por él.
En un cruce de caminos, descendemos por la ruta SL-301, que viene
desde el campamento de Las Raices y sigue hacia Barranco Hondo.
Es el camino Marabedí, que nos lleva a una zona
donde comenzamos a ver almendros espectaculares.
El almendro es un árbol que puede vivir entre 60 y 80 años,
incluso hasta 100 años.
Los almendros en flor representan un fenómeno de la naturaleza
único en invierno y un espectáculo excepcional por el blanco
inimitable de sus hojas que mutan en colores azulados y rosáceos.
Asistir al espectáculo de los almendros floridos,
soltando sus pétalos blancos o rosáceos al viento
como si fuesen delicados copos de nieve…
es todo un regalo para la vista.
Observar sus delicadas flores de cerca es toda una experiencia,
con gamas cromáticas que van del blanco al rosa, pasando por
todas las posibles combinaciones tonales entre estos dos colores.
El aroma de sus flores es un potente liberador del estrés.
Su explosión floral por estas fechas es como un canto a la esperanza,
que anuncia el final del invierno y la inminente llegada de la primavera.
Regalarte un rato bajo uno de estos ejemplares
en modo contemplativo no tiene precio.
Después de un rato de descanso admirando los almendros,
nos toca el regreso desandando el camino realizado.
Una seta camuflada en el terreno.
Camino Jose Díaz y Díaz
Y no podemos terminar este estupendo paseo,
sin una buena merienda en la Cafetería El Cedro, en La Esperanza.
Hasta la próxima.
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