Cuando llega la noche del 19 de marzo todas las fallas arden en la tradicional cremà, dejándonos sus cenizas y un montón de emotivas vivencias.
Ninots son cada una de las figuras que forman un monumento fallero y cada año se salvan del fuego, es decir que quedan indultados por votación popular, entre los escogidos por las falleras mayores de cada una de las 800 fallas que se plantan en Valencia, y que quedan de por vida en el museo, donde allí podemos contemplar todos los que se han salvado de las llamas desde 1934; siendo una oportunidad única de admirar con detenimiento todos los detalles de lo mejor que ha dado una fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2016.
No pensé que en un edificio cuya fachada parece tan pequeña,pudiera albergar en su interior la gran colección de ninots
que vimos, donde cada pieza nos regala el diseño, el color y
la fantasía; y con la imaginación te ves transportado a estas
fiestas del fuego.
Vamos a ver una muestra de tan deliciosa colección, empezando por los
ninots más antiguos.
Vale la pena ir porque la visita es toda una experiencia
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